lunes, 3 de enero de 2011

EL Hombre Despierto



La Vida entre el Sueño y la Vigilia


Recip:. La oscuridad que os rodea, es el símbolo de la ignorancia que reina en la mayor parte del mundo, es el trasunto de la impericia marchando entre dudas por el terreno escabroso de la vida, es la impotencia del ser humano para resistir el dominio de las pasiones.

En los templos masónicos, alumbrados por la luz de la razón, se aprende la virtud de vencerse asi mismo, se enseña a transitar con seguridad, a través de las tentaciones que nos cercan.

Cuentan los textos budistas que El Bodhidarma, un día estaba meditando, y se quedó dormido. Esta falta le pareció tan horrible que se cortó los párpados. Estos, según la leyenda, cayeron al suelo y germinaron, naciendo de ellos la primera planta de té, cuya flor simboliza el estado de conciencia superior. .

"todas las cosas derechas mienten, murmuró con desprecio el enano. Toda verdad es curva, el tiempo mismo es un círculo"

Y Así habló Zaratustra.

El ser humano superior es aquel que logra despertar a la auténtica realidad de nuestra naturaleza y al sentido último de nuestra existencia.

Este despertar de la "súper conciencia" ha sido buscado por los místicos a través de toda la historia humana. Las religiones nos hablan de gracia divina. Los ocultistas, de iniciación mágica.

Tenemos grandes áreas de la conciencia y sus potencialidades, en estado de sueño.

Solo un diez por ciento del cerebro humano está activo, mientras el resto se funde en las sombras de la inconsciencia.

Todas las escuelas Iniciaticas insisten en que el discípulo debe lograr el estado de alerta interior.

Se debe despertar a la conciencia de ser, para entonces ver con otros ojos, donde estamos realmente.

En uno de los ocho caminos de perfección, el budismo afirma que el dolor del ser humano radica en su inconsciencia. En que el producto del dolor es la ilusión.

Ahora bien, ¿Si el mundo estuviese diseñado por el durmiente? ¿Si solo fuésemos parte de un gran sueño colectivo donde creemos ser lo que somos?

Ideas como estas han desvelado a filósofos, escritores y pensadores sociales.

¿El mundo es real, o solo es producto de nuestra mente?

En el Kybalión encontramos que una de las siete leyes que rigen el universo dice: "El Todo es mente; el universo es mental". Y es justamente la primera de las siete leyes.

Somos criaturas producto de una idea, de un pensamiento; tal vez solo existamos en el sueño profundo de un ser superior.

El tener el estado de conciencia superior, es convertirse en un hombre superior.( EN MASONERIA EN EL HOMBRE LIBRE Y DE BUENAS COSTUMBRES) Es comprender sin análisis previo, la oculta estructura de las cosas. Es ver y saber.

La naturaleza ha dejado todo escrito en la superficie de su obra, pero nos sumió en un sueño profundo.

De ese sueño a veces creemos despertar y en ese despertar aparente creemos ver y descubrir claves para nuestra vida.

Pero quién actúa bajo los efectos del sueño, comete errores. Ahí nacen las equivocaciones y la pérdida del sentido en la vida.

La humanidad demora mucho en encontrar el camino de perfección. Solo avanza gracias a la intervención providencial de pocos seres despiertos que en determinados momentos de la historia, se hacen presentes.

Es común quejarse de la superficialidad de muchas acciones y comportamientos de la sociedad en general.

Si el mundo es realmente una ilusión, dicho comportamiento superficial y sin profundidad se corresponde con la teoría de la ilusión.

¿Por qué?

Porque de esa manera no destruiríamos el sortilegio de estar dormidos.

Si el mundo en que vivimos es solo una ilusión creada por nuestra propia mente, solo podríamos escapar del sueño, creando otro más a nuestra medida. Porque también cabe la posibilidad de que soñemos el sueño de otros, y no el propio. (EN NO PENSAR CON LIBERTAD SINO SUJETOS AL PENSAMIENTO IMPUESTO, LA PROGRAMACION SOCIAL)

Solo hay dos caminos, o seguir durmiendo, tratando de generar otros sueños, o despertar a la realidad de una existencia que debemos descubrir. (ACTUANDO COMO VERDADEROS HOMBRES LIBRES)

Del análisis de principios filosóficos sobre la existencia, se desprende que: O bien somos seres pensados por un ser superior, Dios, en cuya pupila solo existiríamos. O somos producto de nuestra propia mente.

Sabemos que la fuerza mental modifica a la materia.

En cuyo caso, estaríamos atrapados en la profundidad de un sueño paradojal, creado por esa región de nuestra mente a la cual no tenemos acceso funcional.

Dijimos que el ser humano normal, utiliza un diez por ciento de su capacidad mental, es oportuno preguntarse sobre ese inmenso noventa por ciento que permanece inactivo, o ¿no estará en realidad funcionando activamente, sin que nos percatemos, creando todo este entorno en el que nos movemos y actuamos?

En suma, si el mundo es ilusión, pensamientos materializados, es posible volver a rediseñarlo con el 100% de la fuerza de la mente.

Si solo somos durmientes que soñamos con las vidas que creemos estar viviendo, es fundamental despertar.

Ahora bien, si estamos durmiendo, ¿cómo despertar? ¿quién nos despertaría? ¿para que despertaríamos? ¿Qué realidad veríamos?

Hay escuelas Iniciaticas que promueven el SILENCIO de los sentidos, como manera de dejar de percibir el mundo exterior y así descubrir la esencia interior de cada uno de nosotros.

H:. VVIG:. INVITAD A LOS HH:.DECORAN VUESTRAS CCOL:.COMO LO HAGO YO CONLOS DEL ORT:., SE UNAN A NOSOTROS Y GUARDAR UN MOMENTO DE SILENCIO INICIAL, PARA CONCENTRARNOS, MEDITAR Y BUSCAR EL INTIMO CONTACTO CON LO MAS ELEVADO DE NUESTRO SER, A FIN DE HACER PROVECHOSO EL DESARROLLO DE LOS TTRAB:. DE LA LOG:. (EL MUNDO)

Ese SILENCIO cumpliría la función de DESPERTAR.

Otras corrientes de pensamiento, por el contrario afirman que este mundo no es real, que es solo ilusión. Ilusión de la cual despertamos diez segundos antes de morir. (NUMERO CABALISTICO DEL ABSOLUTO O TODO)

Solo diez segundos de vigilia, por toda una vida en sueños.

¿Paradójico, no?

¿Cómo despertar? ¿Cómo librarnos de aquel sueño? Estas preguntas son las más importantes, las más vitales que puede formularse un hombre. Pero, antes de hacérselas, deberá convencerse del hecho mismo de su sueño.

Cuantas veces, por ejemplo, leemos en el Evangelio: "Despertaos, velad, no os durmáis". Incluso los discípulos de Cristo dormían en el huerto de Getsemaní, mientras su Maestro oraba por última vez.

Con esto queda dicho todo.

Ya la hora de hacer referencia a filósofos que sobre éste tema se han detenido, es preciso escuchar lo dicho por otro pensador contemporáneo:

"La llave que nos hará dueños de la naturaleza interior está oxidada desde el Diluvio. Se llama: velar.

Velar lo es todo.

El hombre está firmemente convencido de que vela, pero, en realidad está preso en una red de sueño y de sueños que ha tejido él mismo. (EL MUNDO MATERIAL, LO APARENTE O FINITO) Cuanto más se aprieta la red, mejor impera el sueño. Los que están sujetos por sus mallas son los durmientes que caminan por la vida, como rebaños de ganado llevados al matadero, indiferentes y sin pensar. (LA INCONCIENCIA DEL SER REAL)

Los soñadores sólo ven, a través de las mallas, un mundo enrejado, no perciben más que aberturas engañosas. (EL MATERIALISTA)

Estos soñadores no son, como tal vez tú crees, los fantasiosos y los poetas. Son los trabajadores, los sin reposo del mundo, los que están roídos por la locura de obrar. (EL HOMBRE ESCLAVO DE LAS ATADURAS MATERIALES)

Ha habido y hay todavía algunos hombres que sabían que soñaban, pioneros que avanzaron hasta las murallas detrás de las cuales se ocultaba el yo eternamente despierto: videntes como Schopenhauer y Kant. Pero no poseían las armas necesarias para el asalto de la fortaleza, y su llamada a combate no despertó a los durmientes.(EL INTELECTUAL NO INICIADO EN LA SABIDURIA ANCESTRAL Y ARCANA)

Velar lo es todo.

¡Vela en todo lo que hagas! No te creas ya despierto. No, tú duermes y sueñas".
Gustav Meyrinck

¡Despertar, despertar! Todos los pensadores y filósofos nos exhortan continuamente a velar nuestra conciencia ¿Pero cómo hacerlo, si la propia Naturaleza está empeñada en sumirnos en el sopor de la inconciencia?

Al igual que todos los que indagamos en los oscuros misterios de nuestra existencia, solo veo un camino, el único; y deseo destacarlo a modo de reflexión final:

Es claro que para lograr el estadío del Hombre Despierto no se debe tomar el camino aparente, el que nos lleva hacia la superficie de la realidad material, la de la activación de los sentidos, no, por el contrario. La puerta de salida del sopor existencialista se encuentra hacia adentro; en lo profundo de nosotros mismos. (EL SER)

Allí se encuentran cifradas las claves personales que dejó grabada nuestra propia alma, en el momento preciso de fundirse con la materia y nacer a este mundo.

Allí están los registros, la memoria guardada en nuestra "caja negra".( EL LADO OSCURO, EL INCONCIENTE COLECTIVO Y DESCONOCIDO) Si logramos tomar contacto con ella, antes de que nuestro tiempo de vida termine, habremos logrado despertar de verdad, y recordaremos de donde venimos, quienes somos en realidad y hacia adonde debemos "seguir viaje". (EL DESPERTAR, LA ILUMINACION, NUESTRA LUZ PROPIA, LA LUZ DEL SER) Y al decir esto hago referencia, no a supuestas encarnaciones de nuestro pasado, sino a quienes somos espiritualmente, y comprenderemos que no debemos permanecer en el vicioso círculo de nacimientos y muertes que nos ligan fatalmente a este mundo material.

Para lograr esto, cada cual deberá comenzar su viaje interior, su "viaje a Oriente", ( LA LUZ ) como lo denominan los maestros Zen.

A quién esté dispuesto a realizarlo, puedo aconsejarle la lectura de la Teoría Egonica, que lejos de contener "recetas", es un compendio de consejos y advertencias, vertidos por quienes hicieron el mismo viaje. (LOS TRES VIAJES SIMBOLICOS)

Una vez iniciado el silencioso y solitario descenso, no nos asistirán fórmulas preestablecidas ni grupos de ayuda que nos garanticen un despertar colectivo.

A la iluminación se llega lenta y solitariamente.

Sí; la puerta de acceso a la liberación espiritual, la que nos hará libres y concientes de nuestra real existencia se encuentra escondida en lo profundo de nuestra propia inconciencia…EL SER REAL, EL G:.A:.D:.U:.


Publicado por el Q.·. H.·.

COSMOXENUS


CONOCETE A TI MISMO



Habitualmente se cita esta frase: "Conócete a ti mismo", pero a menudo se pierde de vista su sentido exacto. A propósito de la confusión que reina con respecto a estas palabras, pueden plantearse dos cuestiones: la primera concierne al origen de esta expresión, la segunda a su sentido real y a su razón de ser. Algunos lectores podrían creer que ambas cuestiones son completamente distintas y que no tienen entre sí ninguna relación. Tras una reflexión y un examen atento, claramente aparece que mantienen una estrecha conexión.

Si se les pregunta a quienes han estudiado la filosofía griega quién fue el hombre que pronunció primero esta sabia frase, la mayoría de ellos no dudará en responder que el autor de esta máxima es Sócrates, aunque algunos pretenden referirla a Platón y otros a Pitágoras. De estos pareceres contradictorios, de estas divergencias de opinión, estamos en nuestro derecho de concluir que esta frase no tiene por autor a ninguno de los filósofos mencionados, y que no es en ellos dónde habría que buscar su origen.

Nos parece lícito formular esta advertencia, que parecerá justa al lector cuando sepa que dos de estos filósofos, Pitágoras y Sócrates, no dejaron ningún escrito. En cuanto a Platón, nadie, sea cual sea su competencia filosófica, está en situación de distinguir qué fue dicho por él o por su maestro Sócrates. La mayor parte de la doctrina de este último no nos es conocida más que por mediación de Platón, y, por otra parte, se sabe que es en la enseñanza de Pitágoras donde Platón recogió ciertos conocimientos de los que hace gala en sus diálogos. Con ello, vemos que es extremadamente difícil delimitar lo que corresponde a cada uno de estos tres filósofos. Lo que se atribuye a Platón a menudo es también atribuido a Sócrates, y, entre las teorías consideradas, algunas son anteriores a ambos y provienen de la escuela de Pitágoras o de él mismo.

Verdaderamente, el origen de la expresión estudiada se remonta mucho más allá de los tres filósofos mencionados. Mejor aún: es más antigua que la historia de la filosofía, y supera también el dominio de la filosofía.

Se dice que estas palabras estaban inscritas en la puerta del templo de Apolo en Delfos. Posteriormente fueron adoptadas por Sócrates, así como por otros filósofos, como uno de los principios de su enseñanza, a pesar de la diferencia que haya podido existir entre estas diversas enseñanzas y los fines perseguidos por sus autores. Es probable, por lo demás, que también Pitágoras haya empleado esta expresión mucho antes que Sócrates. Con ello, estos filósofos se proponían demostrar que su enseñanza no era estrictamente personal, que provenía de un punto de partida más antiguo, de un punto de vista más elevado que se confundía con la fuente misma de la inspiración original, espontánea y divina.

Constatamos que estos filósofos eran, por ello, muy diferentes a los filósofos modernos, que despliegan todos sus esfuerzos para expresar algo nuevo, a fin de ofrecerlo como la expresión de su propio pensamiento, de erigirse como los únicos autores de sus opiniones, como si la verdad pudiera ser propiedad de alguien. Veremos ahora por qué los filósofos antiguos quisieron vincular su enseñanza con esta expresión o con alguna similar, y por qué se puede decir que esta máxima es de un orden superior a toda filosofía.

Para responder a la segunda parte de esta cuestión, diremos que la solución está contenida en el sentido original y etimológico de la palabra "filosofía", que habría sido, se dice, empleada por primera vez por Pitágoras. La palabra filosofía expresa propiamente el hecho de amar a Sophia, la sabiduría, la aspiración a ésta o la disposición requerida para adquirirla. Esta palabra siempre ha sido empleada para calificar una preparación a esa adquisición de la sabiduría, y especialmente los estudios que podían ayudar al philosophos, o a aquel que experimentaba por ella alguna tendencia, a convertirse en sophos, es decir, en sabio.

Así, como el medio no podría ser tomado por un fin, el amor a la sabiduría no podría constituir la sabiduría misma. Y debido a que la sabiduría es en sí idéntica al verdadero conocimiento interior, se puede decir que el conocimiento filosófico no es sino un conocimiento superficial y exterior. No posee en sí mismo, ni por sí mismo, un valor propio. Solamente constituye un grado preliminar en la vía del conocimiento superior y verdadero, que es la sabiduría.

Es muy conocido por quienes han estudiado a los filósofos antiguos que éstos tenían dos clases de enseñanza, una exotérica y otra esotérica. Todo lo que estaba escrito pertenecía solamente a la primera. En cuanto a la segunda, nos es imposible conocer exactamente su naturaleza, ya que por un lado estaba reservada a unos pocos, y, por otro, tenía un carácter secreto. Ambas cualidades no hubieran tenido ninguna razón de ser si no hubiera habido allí algo superior a la simple filosofía.

Puede al menos pensarse que esta enseñanza esotérica estaba en estrecha y directa relación con la sabiduría y que no apelaba tan sólo a la razón o a la lógica, como es el caso para la filosofía, que por ello ha sido llamada "el conocimiento racional". Los filósofos de la Antigüedad admitían que el conocimiento racional, es decir, la filosofía, no era el más alto grado del conocimiento, no era la sabiduría.

¿Acaso la sabiduría puede ser enseñada del mismo modo que el conocimiento exterior, por la palabra o mediante libros? Ello es realmente imposible, y veremos la razón. Lo que podemos afirmar desde ahora es que la preparación filosófica no es suficiente, ni siquiera como preparación, pues no concierne más que a una facultad limitada, que es la razón, mientras que la sabiduría concierne a la realidad del ser al completo. De modo que existe una preparación a la sabiduría más elevada que la filosofía, que no se dirige a la razón, sino al alma y al espíritu, y a la que podemos llamar preparación interior; éste parece haber sido el carácter de los más altos grados de la escuela de Pitágoras. Ha ejercido su influencia a través de la escuela de Platón y hasta el neo-platonismo de la escuela de Alejandría, donde apareció de nuevo claramente, así como entre los neo-pitagóricos de la misma época. Si para esta preparación interior se empleaban también palabras, éstas no podían ser ya tomadas sino como símbolos destinados a fijar la contemplación interior.

Mediante esta preparación, el hombre es llevado a ciertos estados que le permiten superar el conocimiento racional al que había llegado anteriormente, y como todo esto está muy por encima de la razón, está también muy por encima de la filosofía, puesto que la palabra filosofía siempre es empleada de hecho para designar algo que sólo pertenece a la razón. No obstante, es asombroso que los modernos hayan llegado a considerar a la filosofía, así definida, como si fuera completa en sí misma, y olvidan así lo más elevado y superior.

La enseñanza esotérica fue conocida en los países de oriente antes de propagarse en Grecia, donde recibió el nombre de "misterios". Los primeros filósofos, en particular Pitágoras, vincularon a ellos su enseñanza, como no siendo sino una expresión nueva de ideas antiguas.
Existían numerosas clases de misterios con orígenes diversos. Aquellos en los que se inspiraron Pitágoras y Platón estaban en relación con el culto de Apolo. Los "misterios" tuvieron siempre un carácter reservado y secreto, significando etimológicamente la propia palabra "misterios" silencio total, no pudiendo ser expresadas mediante palabras las cosas a las cuales se referían, sino tan sólo enseñadas por una vía silenciosa. Pero los modernos, al ignorar cualquier otro método distinto al que implica el uso de la palabra, al cual podemos llamar el método de la enseñanza exotérica, han creído erróneamente, a causa de ello, que no había aquí ninguna enseñanza.

Podemos afirmar que esta enseñanza silenciosa usaba figuras, símbolos y otros medios que tenían por objetivo conducir al hombre a estados interiores, permitiéndole llegar gradualmente al conocimiento real o a la sabiduría. Tal era el objetivo esencial y final de todos los "misterios" y de otras cosas semejantes que pueden encontrarse en diferentes lugares. En cuanto a los "misterios" que estaban especialmente vinculados al culto de Apolo y al propio Apolo, es preciso recordar que éste era el dios del sol y de la luz, siendo ésta en su sentido espiritual la fuente de donde brota todo conocimiento y de la que derivan las ciencias y las artes.

Se dice que los ritos de Apolo llegaron del Norte y esto se refiere a una tradición muy antigua, que se encuentra en libros sagrados como el Vêda hindú y el Avesta persa. Este origen nórdico era incluso afirmado más especialmente para Delfos, que pasaba por ser un centro espiritual universal; y había en su templo una piedra llamada "omphalos" que simbolizaba el centro del mundo.

Se piensa que la historia de Pitágoras, e incluso su propio nombre, poseen una cierta relación con los ritos de Apolo. Éste era llamado Pythios, y se dice que Pytho era el nombre original de Delfos. La mujer que recibía la inspiración de los Dioses en el templo era llamada Pythia. El nombre de Pitágoras significa entonces "guía de la Pythia", lo cual se aplica al propio Apolo. Se cuenta además que es la Pythia quien declaró que Sócrates era el más sabio de los hombres. Parece entonces que Sócrates estuvo relacionado con el centro espiritual de Delfos, al igual que Pitágoras.

Añadiremos que si bien todas las ciencias eran atribuidas a Apolo, esto era incluso más especialmente en cuanto a la geometría y la medicina. En la escuela pitagórica, la geometría y todas las ramas de las matemáticas ocupaban el primer lugar en la preparación al conocimiento superior. Con respecto a este conocimiento, estas ciencias no eran dejadas de lado, sino que, por el contrario, eran empleadas como símbolos de la verdad espiritual. También Platón consideraba a la geometría como una preparación indispensable a toda otra enseñanza, y había inscrito sobre la puerta de su escuela estas palabras: "Nadie entre aquí si no es geómetra". Se comprende el sentido de estas palabras cuando se las refiere a otra fórmula del mismo Platón: "Dios siempre geometriza", ya que, hablando de un Dios geómetra, Platón aludía a Apolo.

No debe asombrar que los filósofos de la Antigüedad hayan empleado la frase inscrita en la entrada del templo de Delfos, puesto que conocemos ahora los vínculos que los unían a los ritos y al simbolismo de Apolo. Después de todo esto, fácilmente podemos comprender el sentido real de la frase estudiada aquí y el error de los modernos a este respecto. Este error deriva de que ellos han considerado esta frase como una simple sentencia de un filósofo, a quien atribuyen siempre un pensamiento comparable al suyo. Pero, en realidad, el pensamiento antiguo difería profundamente del pensamiento moderno. Así, muchos atribuyen a esta frase un sentido psicológico; pero lo que ellos llaman psicología consiste tan sólo en el estudio de los fenómenos mentales, que no son sino modificaciones exteriores -y no la esencia- del ser.

Otros aún ven en ella, sobre todo aquellos que la atribuyen a Sócrates, un objetivo moral, la búsqueda de una ley aplicable a la vida práctica. Todas estas interpretaciones exteriores, sin ser siempre enteramente falsas, no justifican el carácter sagrado que poseía en su origen, que implica un sentido mucho más profundo que el que así se le quiere atribuir. En primer lugar, significa que ninguna enseñanza exotérica es capaz de dar el conocimiento real, que el hombre debe encontrar solamente en sí mismo, pues, de hecho, ningún conocimiento puede ser adquirido sino mediante una comprensión personal.

Sin esta comprensión, ninguna enseñanza puede desembocar en un resultado eficaz, y la enseñanza que no despierta en quien la recibe una resonancia personal no puede procurar ninguna clase de conocimiento. Es la razón de que Platón dijera que "todo lo que el hombre aprende está ya en él". Todas las experiencias, todas las cosas exteriores que le rodean no son más que una ocasión para ayudarle a tomar conocimiento de lo que hay en sí mismo. Este despertar es lo que se llama anámnesis, que significa "reminiscencia".

Si esto es cierto para todo conocimiento, lo es mucho más para un conocimiento más elevado y más profundo, y, cuando el hombre avanza hacia este conocimiento, todos los medios exteriores y sensibles se hacen cada vez más insuficientes, hasta finalmente perder toda utilidad. Si bien pueden ayudar a aproximarse a la sabiduría en algún grado, son impotentes para adquirirla realmente, y se dice corrientemente en la India que el verdadero guru o maestro se encuentra en el propio hombre y no en el mundo exterior, aunque una ayuda exterior pueda ser útil al principio, para preparar al hombre a encontrar en sí y por sí mismo lo que no puede encontrar en otra parte, y particularmente lo que está por encima del nivel de la conciencia racional. Es necesario, para lograrlo, realizar ciertos estados que avanzan siempre más profundamente hacia el ser, hacia el centro, simbolizado por el corazón y donde la conciencia del hombre debe ser transferida para hacerle capaz de alcanzar el conocimiento real. Estos estados, que eran realizados en los misterios antiguos, eran grados en la vía de esta transposición de la MENTE al CORAZON.

Había, hemos dicho, una piedra en el templo de Delfos llamada omphalos, que representaba el centro del ser humano, así como el centro del mundo, según la correspondencia que existe entre el macrocosmos y el microcosmos, es decir, el hombre, de tal manera que todo lo que está en uno está en relación directa con lo que está en el otro. Avicena dijo: "Tú te crees una nada, y sin embargo el mundo reside en ti".

Es curioso señalar la creencia extendida en la Antigüedad según la cual el omphalos había caído del cielo, y se tendrá una idea exacta del sentimiento de los griegos con respecto a esta piedra diciendo que tenía cierta similitud con el que experimentamos con respecto a la piedra negra sagrada de la Kaabah.

La similitud que existe entre el macrocosmos y el microcosmos hace que cada uno de ellos sea la imagen del otro, y la correspondencia entre los elementos que los componen demuestra que el hombre debe conocerse a sí mismo primero para poder conocer después todas las cosas, pues, en verdad, puede encontrarlo todo en él. Es por esta razón que algunas ciencias -especialmente las que forman parte del conocimiento antiguo y que son casi ignoradas por nuestros contemporáneos- poseen un doble sentido. Por su apariencia exterior, estas ciencias se refieren al macrocosmos y pueden ser consideradas justamente desde este punto de vista. Pero al mismo tiempo también poseen un sentido más profundo, el que se refiere al propio hombre y a la vía interior por la cual puede realizar el conocimiento en sí mismo, realización que no es otra que la de su propio ser. Aristóteles dijo: "el ser es todo lo que conoce", de tal modo que, allí donde existe conocimiento real -y no su apariencia o su sombra- el conocimiento y el ser son una y la misma cosa.

La sombra, según Platón, es el conocimiento por los sentidos e incluso el conocimiento racional que, aunque más elevado, tiene su origen en los sentidos. En cuanto al conocimiento real, está por encima del nivel de la razón; y su realización, o la realización del ser, es semejante a la formación del mundo, según la correspondencia de la que hemos hablado.
Es ésta la razón de que algunas ciencias puedan describirse bajo la apariencia de esta forma. Este doble sentido estaba incluido en los antiguos misterios, del mismo modo que en todas las enseñanzas que apuntan al mismo fin entre los pueblos de oriente.

Parece que igualmente en occidente esta enseñanza ha existido durante toda la Edad Media, aunque hoy haya desaparecido completamente, hasta el punto que la mayoría de los occidentales no tiene idea alguna de su naturaleza o siquiera de su existencia.
Por todo lo precedente, vemos que el conocimiento real no tiene como vía a la razón, sino al espíritu y al ser al completo, pues no es otra cosa que la realización de este ser en todos sus estados, lo que constituye el fin del conocimiento y la obtención de la sabiduría suprema.

En realidad, lo que pertenece al alma, e incluso al espíritu, representa solamente grados en la vía hacia la esencia íntima que es el verdadero Sí, y que puede hallarse tan sólo una vez que el ser ha alcanzado su propio centro, cuando estando todas sus potencias unidas y concentradas como en un solo punto, en el cual todas las cosas se le aparecen, cuando estando contenidas en este punto como en su primer y único principio, puede entonces conocer todas las cosas como en sí mismo y desde sí mismo, como la totalidad de la existencia en la unidad de su propia esencia. Es fácil ver cuán lejos está esto de la psicología en el sentido moderno de la palabra, y que va incluso mucho más lejos que un conocimiento más verdadero y más profundo del alma, que no puede ser sino el primer paso en esta vía.

Es importante indicar que el significado de la palabra nefs no debe ser aquí restringido al alma, pues esta palabra se encuentra en la traducción árabe de la frase considerada, mientras que su equivalente griego psyché no aparece en el original. No debe pues atribuirse a esta palabra el sentido corriente, pues es seguro que posee otro significado mucho más elevado que le hace asimilable al término esencia, y que se refiere al Sí o al ser real; como prueba, tenemos lo que se dice en el siguiente hadith, que es como un complemento de la frase griega: "Quien se conoce a sí mismo, conoce a su Señor".

Cuando el hombre se conoce a sí mismo en su esencia profunda, es decir, en el centro de su ser, es cuando conoce a su Señor. Y conociendo a su Señor, conoce al mismo tiempo todas las cosas, que vienen de Él y a Él retornan. Conoce todas las cosas en la suprema unidad del Principio divino, fuera del cual, según la sentencia de Mohyiddin ibn Arabî, "no hay absolutamente nada que exista", pues nada puede haber fuera del Infinito.


Traducido del Cap. VI de la 1ª parte de "Mélanges", París, Gallimard, 1976. (Publicado la primera vez en árabe en la revista El-Ma'rifah, nº 1, mayo de 1931).



Somos lo que Pensamos



Todo lo que somos se origina en nuestros pensamientos.

Con nuestros pensamientos, hacemos el mundo."

"El pensamiento se manifiesta en la palabra

La palabra se manifiesta en un hecho

El hecho se desarrolla en un hábito

El hábito se solidifica en el carácter

Del carácter nace el destino

De manera que observa con cuidado tus pensamientos

y permíteles nacer del amor

que nace del respeto a todos los seres"

"No creas en nada, simplemente porque te lo han dicho o porque es tradicional. No le creas a tu maestro simplemente por respeto. Pero si de alguna forma, por medio de un examen, encuentras que es uno que lleva al bienestar y felicidad de todas las criaturas, entonces sigue ese camino como la luna sigue el camino de las estrellas."

"Y descubrí una verdad profunda, tan difícil de percibir, difícil de entender, tranquilizante y sublime, la que no se adquiere por puro razonamiento, y es sólo visible al sabio."

Buda.


Espiritualidad y Masonería


En ninguna otra época como en la presente, ha sido tan activa la búsqueda de la luz, la Verdad, la belleza y la sabiduría. Jamas han existido tantas y tan diferentes organizaciones que pretendan dar la luz de la verdad. Por todas partes aparecen instructores que pretenden haber encontrado algún método específico,mediante el cual el hombre puede alcanzar el conocimiento de Dios, la paz interna y la iluminación;conseguir el dominio de sí mismo; o adquirir riquezas, bienestar y poder.

La gente va de un instructor a otro, buscando algo que les dé luz y sosiego. Todos pertenecemos a algún grupo organizado de buscadores de la luz; sea metafísica, esotérica u ortodoxa. Las organizaciones tales como «Nuevo Pensamiento»; «Ciencia Cristiana» y «Unidad» cuentan sus afiliados por miliares. Cualquier pseudoinstructor, capaz de hacerse oir o de prometer mucho, encuentra siempre quien le escuche.

En el caos originado por estas tendencias sectarias y adherencia a determinada presentación de la verdad, la verdad misma queda olvidada, En el choque entre personalidades, luchando cada una en favor de determinado instructor y de su enseñanza de la realidad, la tranquila y susurrante voz de la sabiduría se apaga en la controversia sobre doctrinas, dogmas y cismas; y en la energía que se disipa en la construcción y destrucción de las formas, que la verdad puede asumir, se desvanece su verdadero significado espiritual.

Ante tal confusión, no es extraño que muchos investigadores sinceros, al contemplar la aparición y caída de instructores y escuelas de pensamiento, se pregunten si es que la verdad puede encontrarse en alguna parte, ¿Es posible que la unidad pueda estar velada por tantas y tan diversas formas? ¿Será imposible encontrar una expresión de la verdad que sea incluyente y no excluyente? ¿Habrá una enseñanza de la Sabiduría Antigua que venga a satisfacer la necesidad universalmente sentida? ¿Será posible crear una organización cuyas características sean la impersonalidad y la más amplia tolerancia y que, a la vez, haga hincapié en principios esenciales que todos puedan aceptar, pasando por alto todos aquellos detalles susceptibles de controversia? Seguramente ha de haber algo que nos guíe con seguridad en nuestro avance hacia el origen de toda luz y toda vida, y que hemos de encontrar algún poste indicador que sea suliciente para guiar ecamino al peregrino que trata de evitar los tropiezos a que está expuesto en la oscuridad.


En efecto, existe la organización, depositaria de la verdad, cuya plataforma es tan amplia y cuya enseñanza de la verdad es tan universal, que es capaz de satisfacer la necesidad del mundo. Es un hecho curioso, sin embargo, que esa organización es tan extensamente conocida, que nuestra misma familiaridad con ella es causa de que se nos oculte su verdadero objeto. El conocimiento que de ella se tiene es tan general, que las enseñanzas y las verdades que tiene la misión de impartir, quedan veladas por la importancia que atribuímos al aspecto forma. La organización a que nos referimos es la Masonería.

En todos los países del mundo es conocido y actúa «ese sistema peculiar de moralidad, velado en alegorías e ilustrado por símbolos». Es muy probable que la Masonería, en una forma u otra, haya existido siempre en nuestro planeta. El estudiante de la Masonería, capaz de asimilar el conocimiento contenido en sus rituales, y de comprender el significado espiritual de los símbolos, mobiliario y alhajas de una logia, y de apreciar la idea subyacente en la acción que allí se desarrolla, percibirá gradualmente que esa Institución es depositaria de una expresión incluyente de la verdad, y que en la forma simbólica del trabajo masónico se ha preservado, para beneficio de la humanidad, una revelación que (cuando se investigue) dará la clave del misterio del universo y será un guía que permita al hombre llegar al corazón de su propio misterio.

Dos son las vías de acercamiento que se ofrecen al pensador ordinario, cuyo desarrollo le han de demostrar la verdad o falsedad de lo que se acaba de afirmar. Una es seguir el desenvolvimiento del cuerpo de doctrina a través de las edades, tratando de encontrar los antiguos hitos, que demuestran la continuidad de la enseñanza y su aplicación universal. Otro sería considerar a la Masonería en su forma actual y demostrar que las verdades que ella encierra, las enseñanzas que inculca y el espíritu que la informa son de posible aplicación universal y servir de fundamento lógico sobre el cual pueda la humanjdad edificar. Esas dos vías de acercamiento se han seguido en sus etapas preliminares; pero no se han llevado hasta su conclusión. Nuestro propósito en este artículo es patentizar la amplitud todo inclusiva y la esencialidad de la plataforma masónica y demostrar que, sí las actuales organizaciones masónicas, diseminadas por todo el mundo, reconocieran su responsabilidad y aceptaran su herencia espiritual, la actual «oscuridad» de la ignorancia y el general letargo e inercia, se trocarían en esperanza para los que buscan la luz. No cabe duda de que puede elevarse en la tierra un Templo cuyas puertas estén abiertas de par en par para que por ellas todos los hombres puedan pasar y para que el mensaje procedente de sus precintos proclame la fraternidad, la libertad y la igualdad; libertad de pensamiento, fraternidad de actitud e igualdad de oportunidad, basada en la unidad de origen, de esfuerzos y de meta.

¿Qué es la Masonería? Se nos dice que es «un sistema peculiar de moralidad, velado en alegorías e ilustrado por símbolos». Consideremos, por un momento, el significado de esas palabras, Sistema, según la definición de este término, es el desarrollo de un plan determinado; la ejecución de un proyecto, con una finalidad definida en vista, ¿Cual es el objeto, o finalidad, hacia el cual va encaminado el sistema de moralidad, inculcado en la Masonería?
Es labrar la piedra bruta; transformar el bloque sin labrar, por medio de las herramientas del albañil, el cortafrío, la regla, la escuadra y el compás, en el perfecto sillar, de manera que asiente en el templo de Salomón y sea una «piedra viviente» del Templo de la humanidad, En la ejecución de su trabajo, y a medida que avanza hacia la luz, el aprendiz masón pasa por muchas experiencias. Antes de llegar a Maestro artífice tiene que aprender todas las fases de su oficio; hasta que finalmente perfecciona su técnica y se hace merecedor del título de Maestro Masón, alcanzando así el grado superior de la Masonería, el de Maestro de Sabiduría, Constructor bajo el G.'. A.'. del U.'. Tal es la finalidad de la Masonería y tal es la meta de todo candidato, al ser admitido en los misterios. Ha de convertirse en el perfecto sillar viviente; llegar a ser una columna del Templo de Salomón.

El simbolismo de la Masonería es susceptible de las interpretaciones más diversas; sus signos, señales y palabras de reconocimiento, herramientas, pasos y mobiliario del templo, así como el significado de sus luces mayores y menores conservan para el iniciado aquellas verdades esotéricas que todo hombre necesita saber para encontrar su camino «de la oscuridad hacia la luz; de la muerte a la inmortalidad; de lo ilusorio a lo Real».
La Masonería, de consiguiente, no sólo es un sistema de moralidad, que inculca la ética más elevada, la cual, si se practica, provoca el desenvolvimiento de la divinidad; sino que además es una representación dramática de la regeneración. Nos representa el restablecimiento de la oculta divinidad del hombre, haciendo que se manifieste; representa la ascensión a los Cielos del hombre caído y, en la escena que se representa en la Logia, nos demuestra el poder, latente en todo hombre, de alcanzar la perfección, y la capacidad para adquirir plena visión e inteligencia y, de esa manera, hacerse dueño de sí mismo y árbitro de su destino.

Además de ser un sistema de moralidad y un gran drama de regeneración, la Masonería es una representación pictórica de la Gran Búsqueda. Instintiva en todo hornbre existe el ansia de saber y de expresarse, que es característica de la evolución del reino humano, y que constituye la prueba de su verdadera naturaleza.
La Búsqueda se tipifica de tres maneras en el curso de los tres grados: primero la Búsqueda de la iluminación representada por el determinado avance del candidato hacia el Oriente, en la actitud del oyente y del aprendiz. Por las enseñanzas que recibe, mientras circula por la Logia, aprende que él mismo es trino, una entidad compleja que es la suma total de sus estados mental, emocional y físico y que, no obstante, esas tres formas del ser encubren una luz interna, análoga a la Gran Luz en el Oriente; luz que es necesario encontrar. 

Esta verdad, con respecto a la búsqueda de la luz divina, está bien expresada en una conocida leyenda que dice así : Hubo un tiempo en la historia de la raza en que los dioses despojaron al hombre de su divinidad y reunidos en consejo trataron de decidir donde esconderla. Uno de los dioses indicó que se llevara a otro planeta, donde el hombre no podría encontrarla; pero otro dios se opuso diciendo que el hombre, por naturaleza innata, era un gran viajero y que no había seguridad de que alguna vez encontrara su camino hacia ese otro planeta. Escondámosla, dijo, en las profundidades del mar, en el fondo del océano, porque allí estará segura. Pero otro habló manifestando que el hombre era un gran investigador natural y que algún día conseguiría penetrar en lo más profundo y escalar las mayores alturas. Así continuó la discusión hasta que un dios de inteligencia más brillante se levantó y dijo: «Ocultemos la joya robada de la divinidad del hombre dentro de él mismo, porque jamás la buscará ahí.»Con este acuerdo el consejo se disolvió, pues los dioses comprendieron que habían encontrado el lugar verdaderamente inaccesible. En verdad, durante edades parecía como si la luz oculta en el hombre se hubiese perdido para siempre.

Poco a poco, sin embargo, algunos descubrieron el secreto y aprendieron los medios para encontrar la luz. Este conocimiento ha trascendido a determinados grandes grupos de pensadores; de manera que hoy la religión y la Masonería nos ponen en camino de descubrir las leyes que gobiernan la revelación de la luz.


Extraído del libro:

"La Masonería como valor Espiritual"

de: Alice Ann Bailey


EL ESOTERISMO Y LA FILOSOFIA EN LA MASONERIA






1.- LAS BASES ESOTERICAS DE LA FRANCMASONERIA

A pesar de que surgieron en épocas y culturas distintas, el origen lejano de las distintas sociedades secretas es común y se remonta a aquellos pueblos de la antigüedad , cuya tradición oculta y esotérica es recordada aún hoy. De igual forma el basamento filosófico de las mismas es común, y lo contituyen las tres ciencias ocultas: la Cábala, la Magia y el Hermetismo.

La Cábala

Es ciencia tradicional de los hebreos que busca poner al descubierto los secretos de la creación y de la naturaleza divina, por su relación con las letras del alfabeto hebreo y de los diez números podría denominarse las matemáticas del pensamiento humano. La Palabra KABBALA, viene de la palabra hebrea Kibbel que quiere decir tradición, lección, enseñanza. Los Cabalistas opinan que su tradición es tan antigua como el mundo, afirman que emana de Dios mismo quien la enseño a los Angeles, transmitiéndola estos al primer hombre y a los Patriarcas quienes luego la fueron revelando. La Kábbala tiene un carácter verbal, es un valor personal , su origen y naturaleza divina, representan un regalo aceptado por el hombre ante Dios. La designación corriente de Kábbala es cahlchelet ha-kabbala o cadena de la tradición, Dios sostiene el extremo superior de la cahlchelet y le tiende el otro extremo al hombre, invitándolo a recogerla.

El método Cabalístico se compone de treinta y dos medios o instrumentos de conocimiento que se denominan las treinta y dos vías, representadas por los diez primeros números, llamados sefiros y las veintidós letras del alfabeto hebreo y de cincuenta sujetos a los que se les puede aplicar la ciencia, y que se llaman cincuenta puertas, y que constituyen una clasificación los seres en cinco series de diez, que abarcan todos los conocimientos posibles. La Cábala se puede denominar el Algebra de la fe, tiene su geometría ideal, su álgebra filosófica y su trigonometría analógica, que resuelve con sus ecuaciones los problemas del alma despejando sus incógnitas y obliga en cierto modo a la naturaleza a revelar sus secretos. La Cábala se divide en cuatro ramas principales: la Gematría, el Notaricón, la Temura, la Mercavat y el Berechit.

La Gematria se refiere al relativo valor de los numérico y en la transposición de las letras que forman las palabras. El Notaricón exsite en dos formas; en la primera cada letra de una palabra se toma como la abreviación de otra palabra y con ellas se forma una frase, la segunda forma es al contrario cualquiera de las letras que forma una frase pueden dar principioa una frase o a una nueva palabra. La Temura son las permutaciones, consiste en el cambio y equivalencia de ciertas letras de manera que pueda dar forma a una nueva palabra. La Mercavat o Historia del Carro, referente a la visión de Ezequiel del Carro Sagrado y encierra todo un tratado de teología. El Berechit o Historia del Genesis, enseña la ciencia de la creación y la naturaleza y encierra todo un tratado de cosmología. En resumen la Gematría, el Notaricón, la Temura son las matemáticas de las ideas. La Mercavat y el Berechit resumen la ciencia de Diós y del mundo.

Las enseñanzas de la Cábala fueron recogidas en dos libros: El Sepher Ietzirah o Libro de la Creación, el cual encierra toda una cosmología, donde están contenidas las treinta y dos vías de la sabiduría, el segundo libro es el Zohar o Libro de Esplendor este se ocupa en primer lugar de los secretos del mundo intelegible, y predica una teosofía donde aparecen todas las operaciones de la divinidad, así como también las relaciones que mantiene con el hombre y la naturaleza.

Mucho de las enseñanzas de la Kábbala se emplean en los altos grados de la Masonería y se han constituidos ritos entreros bajo sus principios. Por cuya razón merece un sitial especial en cualquier desempeño general sobre la Masonería.

La Magia o Ciencia de los Magos

Según Vasal, la Magia nos llegó de Persia y Caldea unos 100.000 año a.C, en donde un grupo de sabios se unieron para formar una asociación mística bajo el nombre de MAGOS (palabra proveniente del Caucaso Magh, grandesa), cuyo objetivo era conservar como un depósito secreto los vestigios de las Artes y Ciencias de los tiempos primitivos. De allí pasó a Egipto y luego a la civilización Greco - Romana, con aspectos variados y a menudo difíciles de captar en sus intenciones. La magia es un elemento constitutivo del esoterismo occidental, es el conocimiento de las leyes secretas de la naturaleza de ella se derivan la Astrología y la Alquimia, se trata de conocimientos y prácticas que descansan sobre la correspondencia de los tres planos de la creación: físico, humano y divino, que se organizan a partir de una correspondencia entre los astros , la naturaleza y el hombre, para luego permitir descifrar las leyes y reglas que proceden de las ciencias. Su más grande maestro fue Zoroastro. Para Eliphas Levi (1.810 - 1875) la magia es la madrina de las religiones, la clave de todos los misterios divinos, reconciliadora de la ciencia y la fe. Ciencia tradicional de los secretos de la naturaleza que algunos adeptos sabrán utilizar según un conjunto de operaciones y artes, para el bien de la humanidad y para la gloria de Dios. La Astrología: aparece en Grecia en el s.III a.C como producto de las revelaciones místicas de Thot el Egipcio, aporta elementos que emanan de la astronomía y de las ciencias griegas, utiliza mitos y misterios que el alfabeto zodiacal permite interpretar, como las influencias de los siete planetas, la división del zodiaco en treinta y seis decanatos. Pero es sobre todo en la astrología hermética donde va a focalizarse el interés de los esoteristas en el s.III hasta el Renacimiento y de mas adelante, ella comporta varios sectores: la gentica estudio de la astrología universal, la apokatastaseis estudio de los periodos y de los ciclos, elkleroi destino de los planetas, el thema mundi horóscopo mundial, simultáneamente se interesa también en la interpretació n de los ciclos meteorológicos, y las influencias astrales sobre el cuerpo humano. La Alquimia sus secretos se remontaran a las enseñanzas iniciaticas caldeas de Zoroastro y egipcias de Thot -Hermes pero es con Bolos de Mendes (200 a.C) quien adelanta las primeras recetas y técnicas que pueden llamarse Ciencia Esotérica, y junto con Zozimo elaborarán una alquimia revelada llena de todo un simbolismo alegórico y una enseñanza donde se confrotan la teosofía y la filosofía de la naturaleza.

En los rituales de diversos grados de la masonería se nota la influencia de la Magia: el mercurio, la tierra, el trigo en el cuarto de reflexiones, el uso del fuego en los viajes, la transmutación de recipendiario, la estrella de cinco y seis puntas, el simbolismo de la astrología en las doce columnas del templo, la utilización de imagenes como el aguila bicelfala y otros símbolos en los diferentes grados, elementos estos que fueron asimilados y entrecruzados con los de otras filosofías para dar cuerpo a la masonería especulativa .

El Hermetismo

En todos los manuscritos antiguos que contienen la historia del gremio, se hace mención de Hermes como uno de los fundadores de la Masonería. Existen dos personas con el nombre de Hermes que se mencionan en la historia sagrada. La primera es el Hermes divino, llamado por los Romanos Mercurio y por los Egipcios Thot, como dice Diodoro Siculo Thot - Hermes es el Dios mago que aparece junto a Isis cuando esta quiere devolverle la vida a Osiris, " el vino a enseñar la grandiosa doctrina secreta de la luz interna a los Sacerdotes de los templos. Les enseñó que la Luz era Universal y que esa Luz era Dios quien mora en el corazón de todos los hombres. El segundo es Hermes Trimegisto, quien fue un famoso legislador, sacerdote y filósofo Egipcio, que vivió hacia el año 2.630 a.C. Hermes enseño a los hombres la escritura, la música, la medicina, la astronomía, el ceremonial para el culto de los dioses, también enseño a ciertos discípulos las ciencias secretas, tales como la magia, la alquimia, la astrología. Se dice que escribó treinta y seis libros sobre teología y filosofía, y seis sobre medicina. Todas estas enseñanzas fueron recogidas y redactadas en el Delta del Nilo en los siglos II y III D.C., reorganizados con el nombre de Hermética y está constituida por tres libros: El Corpus Hermeticun, El Asclepius y los Fragmentos de Stobeo. Toda la filosofía hermética se basa en siete principios: el principio del Mentalismo, el principio de Correspondencia, el principio de Vibración, el principio de Polaridad, el principio del Ritmo, el principio de Causa y Efecto, el principio de Generación.

La doctrina hermética es sin duda la corriente esotérica que más ha influido en el esoterismo occidental. Sus textos han sido estudiados por los filósofos a través del tiempo, como Filón de Alejandría, Anaxágoras, Platón en la Grecia antigua; hizo su aporte al cristianismo primitivo así San Agustín hace referencia de ella en De Civitate dei, e influyó en otros escritores cristianos como Boecio, Lactancio, Origenes, Dionisio, Juan de Scotto para el desarrollo del Esoterismo Cristiano. Igualmente entre los Hermetistas Árabes se encuentran: Jabir Ibn Hayyan, Al Razi y en un texto corto del hermetismo llamado La Tabla Esmeralda, en la cual se expresan principios naturales y filosóficos, expone las leyes que rigen los cambios en la naturaleza y constituye un verdadero breviario de alquimia. En la Edad Media el Hermetismo influyó en filósofos como Paraselso, Raymundo Lulio, Maimonides.

El Hermetismo es la ciencia de la naturaleza oculta en los jeroglíficos y símbolos del antiguo Egipto. Es la investigación del principio de la vida, es la ciencia de las propiedades ocultas, de las virtudes escondidas y de las relaciones que se establecen entre los tres reinos en el mundo. Estos reinos dejan aparecer entre sí afinidades y rechazos: plantas, minerales y animales entretejen con los astros lazos que permiten la aprehensión de cadenas o de series susceptibles de comprender los secretos de la naturaleza.. Es la reproducción por el hombre del fuego natural y divino que crea y genera los seres. Para esta comprensión no obstante se requiere una iniciación previa, ya que en efecto entre el mundo sideral investido por la voluntad divina, el hombre y la naturaleza, se establecen una serie de relaciones , que por si sola la razón es impotente para expresar.

2.- LA FILOSOFÍA MASÓNICA

La Francmasonería en sus orígenes antiguos contó entre sus fundadores a transmisores de diversas corrientes herméticas, pitagóricas, cabalísticas, mitraicas, sincretista, hinduista, cristianas etc. que con el correr del tiempo se fueron enlazando armónicamente hasta dar origen a un sistema de grados enmarcados en una Filosofía Masónica.

Este cuerpo filosófico liga al francmasón mucho más a los valores humanos , que a la devoción a Dios, lo cual lo hace menos teósofo y un poco más antrosófo. Los neoplatónicos utilizaban un idioma geométrico para describir los cuatro niveles de la existencia, el cual se puede describir así: el punto, la parte esencial representa la divinidad fuente de todo, esta se proyecta a toda la existencia a través de niveles cada vez mas complejos, la línea representa al espíritu, la superficie la psique/alma y finalmente el sólido la materia. La Francmasonerí a se ocupa de la superficie, esto es de la psique, pero sin las otras partes del sistema metafísico. El sistema filosófico de la masonería concibe al hombre formado por un cuerpo, una psique/alma, un espíritu y un contacto con la fuente divina. En términos específicos representa la psique mediante el Templo de Salomón, que describe como un templo de tres niveles dentro del cual se puede tener consciencia de la presencia de la divinidad. Se puede encontrar un paralelismo entre este sistema y el modelo psicológico de Jung, el patio del templo corresponde a la consciencia individual y su desarrollo se realiza en la Cámara de Aprendiz, en la cual el recién iniciado recibe simbólicamente una mirada al interior de la naturaleza de su propia psique y que se representa como la piedra bruta. La cámara central o santuario que corresponde al inconsciente personal y se desarrolla en la Cámara de Compañeros, este grado entraña un profundo trabajo psicológico e intelectual. Por último el sanctasantórum corresponde al inconsciente colectivo que se desarrolla en la Logia de Maestros, se entiende como ya con el desarrollo de la psique se puede tener contacto con el espíritu, de manera que trabajando en el seno de la estructura psicológica, especialmente a niveles mas elevados se puede ser consciente de la presencia de la divinidad. En base a estas premisas se puede entender que el individuo que se inicia en la francmasonerí a, y que explora su psique puede y debe dejándose guiar por su Dios desarrollar un papel activo en el mundo físico, o mejor entendido en la sociedad donde se desenvuelve.

El dogma Masónico es el de Zoroastro y el de Hermes, su regla es la iniciación progresiva: Son depositarios de los misterios del Apocalipsis y del Zohar. Sus doctrinas filosóficas se desarrollan en ese simbolismo que es la característica especial de la enseñanza de la Masonería, y son las que relatan la pérdida y recobro de la palabra, a la vez que investigan la verdad divina, ella nos conduce a la comunicación inmediata relacionada con las ideas profundas del mundo antiguo. Su objeto de culto es la verdad representada por la Luz del Conocimiento. Su veneración va dirigida sobre todo a la razón, bien comprendida como conciencia, pero se muestra muy poco inclinado al automatismo reglamentado de las religiones. Su fundamento es el orden eterno. Su principio es la justicia inmutable que rige las leyes de Universo. Enseña la igualdad en el orden jerárquico, y mira como necesario los grados de la iniciación y la clasificación de los hermanos por orden de estudios y méritos, admitiendo todas las creencias pero rechazando las doctrinas y cultos que ultrajan a la naturaleza. En ella tienen cabida todos los hombres libres y de buenas costumbres, respetuosos de las leyes, amantes del conocimiento y creyentes en un ser supremo.

3.- LA FRANCMASONERIA COMO ESCUELA INICIATICA

Serge Raynaud de la Ferriere define la Escuela Iniciática como un lugar de disciplina, donde no entra todo el que quiere, en ellas hay una enseñanza preparatoria repartida en grados, y exámenes que aprobar antes de abordar el grado siguiente. Estas Escuelas no se fundan mas que de tiempo en tiempo, a lo largo de la historia, y la razón es muy simple: porque en estos Centros Esotéricos es donde se conserva la Tradición Iniciática, con su Alta Ciencia Verdadera y los Preceptos de los Sabios, en una palabra es todo lo que puede encerrar un santuario el cual debe transmitir el Misterio y el Simbolismo bajo los cuales se encierra la Ciencia Divina.

El Colegio Iniciatico enseña las diferentes tradiciones, menciona las distintas escuelas, las variadas filosofías, no pertenece a ningún dogma y está por encima de todas las religiones y de todas las doctrinas. La transmisión de la Gran Sabiduría se hace bajo un profundo simbolismo que requiere largos años de estudio para hacerla comprensible. Aquí adquiere razón el axioma: Cuando el Discípulo está preparado, el Maestro aparece, o sea cuando el aspirante se ha formado una opinión un poco menos profana, entonces es digno de recibir la iniciación.

La Francmasonería como heredera de estas Tradiciones Antiguas se puede considerar una Escuela Iniciática, ya que en ella se practica la Iniciación selectiva de sus miembros y se da una enseñanza Esotérica interna repartida en Grados, la que solo estudian y comprenden los hombres de alma y facultades privilegiadas, estando la misma representada por símbolos que representan los más Altos Misterios y que constituye el esoterismo en la Orden.


EL KYBALION


El Kybalión es un documento que contiene al conjunto de enseñanzas de la filosofía hermética, también conocidos como los siete principios del hermetismo. Escrito en los albores del siglo XX, su autoría se debe a un grupo anónimo de personas autodenominados Los Tres Iniciados, aunque las bases del hermetismo se atribuyen a un alquimista místico llamado Hermes Trismegisto, cuya existencia pudo haber transcurrido en Egipto antes de la época de los faraones:

Los labios de la sabiduría permanecen cerrados, excepto para el oído capaz de comprender.

Donde quiera que estén las huellas del Maestro, allí los oídos del que está pronto para recibir sus enseñanzas se abren de par en par.

Cuando el oído es capaz de oír, entonces vienen los labios que han de llenarlos con sabiduría.

Los principios de la verdad son siete: el que comprende esto perfectamente, posee la clave mágica ante la cual todas las puertas del Templo se abrirán de par en par:


PRINCIPIOS HERMETICOS


1. MENTALISMO: El Todo es mente; el universo es mental.


2. CORRESPONDENCIA: Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba. Afirma que este principio se manifiesta en los tres Grandes Planos: El Físico, El Mental y El Espiritual.



3. VIBRACION: Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra.



4. POLARIDAD: Todo es doble, todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son medias verdades, todas las paradojas pueden reconciliarse.



5. RITMO: Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y retroceso, todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento hacia la derecha, es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda; el ritmo es la compensación.



6. CAUSA Y EFECTO: Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo a la ley; la suerte o azar no es más que el nombre que se le da a la ley no reconocida; hay muchos planos de causalidad, pero nada escapa a la Ley.



7. GENERACION: La generación existe por doquier; todo tiene su principio masculino y femenino; la generación se manifiesta en todos los planos. En el plano físico es la sexualidad.


La mente así como todos los metales y demás elementos, pueden ser transmutados, de estado en estado, de grado en grado, de condición en condición, de polo a polo, de vibración en vibración. La verdadera transmutación hermética es una práctica, un método, un arte mental.

Más allá del Kosmos, del Tiempo, del Espacio, de todo cuanto se mueve y cambia, se encuentra la realidad Substancial, la Verdad Fundamental.

Lo que constituye la Verdad fundamental, la Realidad substancial, está más allá de toda denominación, pero el sabio lo llama el TODO.

En su esencia, el TODO es incognoscible, Mas el dictamen de la razón debe ser recibido hospitalariamente, y tratado con respeto.

El universo es una creación mental sostenida en la mente del TODO.

El TODO crea en su mente infinita, innumerables universos, los que existen durante eones de tiempo, y así y todo, para Él, la creación, desarrollo, decadencia y muerte de un millón de universos no significa más que el tiempo que se emplea en un abrir y cerrar de ojos.

La mente infinita del TODO es la matriz del Kosmos.

En la Mente del Padre‑Madre, los hijos están en su hogar.

No hay nadie que no tenga padre y madre en el Universo.

El sabio a medias, reconociendo la irrealidad relativa del Universo, se imagina que puede desafiar sus leyes, ése no es más que un tonto vano y presuntuoso, que se estrellará contra las rocas y será aplastado por los elementos, en razón de su locura. El verdadero sabio conociendo la naturaleza del universo, emplea la Ley contra las leyes: las superiores contra las inferiores, y por medio de la alquimia transmuta lo que no es deseable, en lo valioso y de esta manera triunfa. La maestría consiste, no en sueños anormales, visiones o imágenes fantasmagóricas, sino en el sabio empleo de las fuerzas superiores contra las inferiores vibrando en los más elevados. La transmutación (no la negación presuntuosa), es el arma del Maestro.

Si bien es cierto que todo está en el TODO, no lo es menos que el TODO está en todas las cosas. El que comprende esto debidamente, ha adquirido gran conocimiento.

Nada reposa; todo se mueve; todo vibra.

Todo es dual, todo tiene polos; todo su par de opuestos; los semejantes y desemejantes son los mismos; los opuestos son idénticos en naturaleza, difiriendo sólo en grado; los extremos se tocan; todas las verdades, son medias verdades, todas las paradojas pueden reconciliarse.

Todo fluye y refluye, todo asciende y desciende; la oscilación pendular se manifiesta en todas las cosas; la medida del movimiento hacia la derecha es la misma que el de la oscilación a la izquierda; el Ritmo es la compensación.

Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo ocurre de acuerdo con la ley. Azar no es más que el nombre que se le da a la ley no reconocida; hay muchos planos de causalidad, pero ninguno escapa a la ley.

El género está en todo, todo tiene su principio masculino y femenino; el género se manifiesta en todos los planos.


La posesión del conocimiento, si no va acompañada por una manifestación y expresión en la práctica y en la obra, es lo mismo que el enterrar metales preciosos: una cosa vana e inútil. El conocimiento, lo mismo que la fortuna, deben emplearse. La ley del uso es universal, y el que la viola sufre por haberse puesto en conflicto con las fuerzas naturales.

Para cambiar vuestra característica o estado mental, cambiad vuestra vibración.

Para destruir un grado de vibración no deseable, póngase en operación el principio de polaridad y concéntrese a la atención en le polo opuesto al que se desea suprimir. Lo no deseable se mata cambiando su polaridad.

La mente, así como los metales y los elementos, puede transmutarse de grado en grado, de condición en condición, de polo a polo, de vibración en vibración.

El ritmo puede neutralizarse mediante el arte de la polarización.

Nada escapa al principio de causa y efecto, pero hay muchos planos de Causalidad y uno puede emplear las leyes del plano superior para dominar a las del inferior.

El sabio sirve en lo superior, pero rige en lo inferior. Obedece a las leyes que están por encima de él, pero en su propio plano y en las que están por debajo de él, rige y ordena. Sin embargo, al hacerlo, forma parte del principio en vez de oponerse al mismo. El sabio se sumerge en la Ley, y comprendiendo sus movimientos, opera en ella en vez de ser su ciego esclavo. Semejantemente al buen nadador, va de aquí para allá, según su propia voluntad, en vez de dejarse arrastrar como el madero que flota en la corriente. Sin embargo el nadador, el sabio y el ignorante, están todos sujetos a la ley. Aquél que esto comprenda va en el buen camino que conduce a la Maestría.


Texto extraído de 

EL KYBALION